Los pequeños detalles de los genios.
Extraordinario fue mi asombro cuando ingresé a la Capilla Sixtina para contemplar la monumental obra del más grande escultor y pintor renacentista: Miguel Ángel Buonarroti, quien primero declinó la oferta de realizar esa tarea, pues él no se consideraba pintor sino escultor; pero por la insistencia del papa Julio II y de su efectivo método de persuasión, pues amenazaba con ejecutarlo si se negaba, accedió finalmente.
Miguel Ángel veía tan espantosa la estructura arquitectónica del edificio, que se retó a sí mismo a plasmar una obra maestra, de tales dimensiones que nadie repararía en la fealdad de la estructura, y lo logró, a tal grado que cuando la visitó Leonardo da Vinci, rival artístico de su tiempo, le dijo: “Maestro, le ha hecho un daño irreparable a la pintura universal”. Ante un Buonarroti asombrado y ofendido agregó: “Después de esto, ya no hay nada más que pintar, su obra es insuperable”. Era tal la prisa del pontífice y mecenas de aquel entonces, que le autorizó la contratación de ayudantes, pero una vez que éstos iniciaron sus trabajos, el resultado, a juicio de Miguel Ángel fue horrendo, por lo que los despidió; ante esto, el Papa lo enfrentó a una realidad: “¿En cuánto tiempo lograrás completar la obra tú solo? pasarán años”. Su respuesta y su actitud fue muy sencilla: “No importa, yo solo la realizaré”, y así, transcurrieron cuatro años boca arriba con el riesgo de perder la vida, hasta que dio finalmente por concluida su obra.
Al observar la majestuosidad de esas pinturas, lo que menos cuenta es la estructura arquitectónica del edificio, y lo verdaderamente asombroso es la perfecta ejecución en cada detalle: la fuerza en un dedo, la profundidad de las miradas, la definición de un brazo, el meticuloso trabajo en cada parte de su obra. Todo el conjunto es verdaderamente asombroso por el cúmulo de pequeños detalles. Cuando uno de sus discípulos le preguntó: “Maestro, ¿no cree que son demasiados detalles?”. Simplemente contestó: “Los pequeños detalles hacen la perfección, y la perfección jamás será un pequeño detalle”.
En otra ocasión, observaba una partitura del genio musical Ludwig van Beethoven; me admiró la precisión con que están colocadas cada una de las notas musicales; son miles y cada una de ellas fue colocada en forma magistral, cada una representa un pequeño detalle, y en conjunto la Novena sinfonía es una obra magistral compuesta por miles de pequeños detalles. Las grandes obras maestras tienen una característica inconfundible: siempre son presentes. Transmiten una frescura que parece que fue ayer que las terminaron, nunca pasan de moda y aun cuando las contemplemos infinidad de veces no dejan de asombrarnos.Cuando el ser humano realiza su labor con pasión, pierde la noción del tiempo, lo único que desea es lograr la satisfacción de terminarla, utilizando todo su talento, y poder expresar lo más profundo de su ser. No contempla los detalles como una tarea inútil, sino como partes vitales para lograr su objetivo; así el cirujano no escatima esfuerzos para realizar una operación magistral; el ama de casa, para enriquecer su hogar; el profesor, para dictar una clase extraordinaria; el líder, para servir apasionadamente a sus seguidores. Para este tipo de personas no existen acciones pequeñas, todas son vitales para alcanzar su objetivo.
Característica fundamental de las empresas de Excelencia es la cantidad de “excesos superiores” que ofrecen en relación con su competencia; encontramos, por ejemplo, hoteles que enriquecen a su huésped con pequeños detalles: una bata de baño, un mensaje de bienvenida, un cóctel, almohadas especiales, secadora para el pelo, botiquín, cremas, y su desafío es agregar cada día más elementos que los hagan rebasar a la competencia, a través de ofrecer mayor satisfacción sus clientes.
Los seres extraordinarios agregan en sus relaciones personales y en sus actividades profesionales, esos pequeños extras que los hacen diferentes de los demás.
•En las tareas que usted realiza, ¿pone todo su esfuerzo y pasión?
•¿Ha evaluado la importancia y trascendencia de los pequeños detalles?
•¿Ha buscado la forma de enriquecer su trabajo diario con pequeños extras?
•¿Enriquece sus relaciones personales ofreciendo atenciones adicionales?
•¿Intenta sorprender a los demás a través de esfuerzos extras no esperados?
Es un privilegio llegar a conocer a un ser extraordinario. Curiosamente su secreto es muy sencillo: su atención está concentrada en hacer lo que tiene que hacer, con tal pasión, hasta lograr realizar su sueño.Atrévase a ser una persona extraordinaria, enriquezca cada acción que realice con el mayor número de detalles; llegará el momento en que usted se convertirá en un ser tan singular, que será inconfundible. Le aseguro que se quedará para siempre en la memoria de los demás, no importa su condición o circunstancia, todos tenemos a nuestro alcance los pequeños detalles de los genios.
MIGUEL A. C.
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